La capital del Imperio Británico luce majestuosa ante los ojos de sus visitantes.
Londres ejerce una extraña fascinación y parece hipnotizar a todo aquel que se acerca a sus estrechas calles, sus imponentes palacios, al fantástico Puente de Londres o a consultar la hora en el majestuoso Big Ben.
La ancestral cultura británica nos ha regalado una serie de íconos que la identifican como a ninguna ciudad en el mundo.
La Torre de Londres, el Big Ben, los Guardias imperiales, los camiones de doble piso y hasta las casetas telefónicas, pintadas de un rojo escarlata muy propio de la cultura británica.
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Londres siempre en mi mente
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